Espuma limpiadora facial

Espuma limpiadora facial, ideal para pieles grasas

Existen muchos productos diferentes limpiadores faciales, como el agua micelar, los geles, la leche, las cremas o la espuma. Todos ellos son igual de efectivos a la hora de llevar a cabo esta rutina diaria, pero unos son más adecuados que otros dependiendo del tipo de piel.

Así, la espuma limpiadora es más efectiva para pieles grasas y mixtas, ya que igual que el gel, realiza una absorción más exhaustiva del sebo de la cara, más abundante en estos tipos de dermis que en las secas.

La rutina de limpieza con la espuma limpiadora se debe llevar a cabo dos veces al día, exactamente igual que con el resto de los productos. Una de ellas por la mañana, nada más levantarnos de la cama, y otra por la noche, antes de acostarnos.

Aunque ambas son necesarias, la del final del día es la más importante de las dos, ya que la piel por la noche se regenera y es imprescindible que esté limpia de impurezas para que esta regeneración se lleve a cabo de la manera adecuada.

¿Qué tipo de espuma limpiadora comprar?

Existen diferentes alternativas para limpiar el rostro, dependiendo de los componentes con los que se haya elaborado el producto. Pero todos ellos controlan el exceso de sebo, a la vez que limpia la suciedad y eliminan las células muertas. Además, proporcionan protección contra la deshidratación.

Estos son algunos de los más habituales:

• Extracto de jengibre: mejora la circulación de la piel y la reconforta.
• Esencia de limón: se encarga de controlar el exceso de sebo y los brillos.
• Té verde: previene la oxidación y el envejecimiento prematuro.
• Extracto de melisa: mantiene el equilibrio de la piel.

En Planeta Huerto podrás encontrar una gran variedad de espumas limpiadoras, todos ellas fabricadas con productos naturales y respetuosas con el Medio Ambiente. Además, en nuestra tienda online podrás encontrar un apartado de consultas e información sobre el cuidado de la dermis.

Cómo aplicar la espuma limpiadora

• Por la mañana:

Es necesario humedecer ligeramente la cara con agua. Después, deberás aplicar en la mano una cantidad de producto del tamaño de una nuez y extenderlo en el rostro y cuello, con movimientos circulares. En este caso, al contrario que sucede con los geles limpiadores, no es necesario frotarla con las manos previamente, ya que la espuma se activa según se aplica. Por último, aclara la espuma con abundante agua fría, y seca tu rostro con una toalla limpia sin arrastrarla, sino dando suaves toques hasta que la piel esté completamente seca. Una vez terminada la limpieza, aplica tu crema de día habitual.

• Por la noche:

En la segunda aplicación del día, el procedimiento será el mismo, pero es conveniente que el agua esté tibia en lugar de fría, ya que así se eliminar mejor los restos de maquillaje y las impurezas.

Después de terminar esta rutina de limpieza, deberás aplicar tu crema nutritiva de noche.