La menta es una planta que ha llamado la atención del Hombre desde hace siglos: aromática y medicinal, a nivel científico, pero afrodisíaca y mágica, a nivel esotérico. Un buen compañero de huerto... ¡al que no debemos quitar ojo!

El cultivo de la menta

Las especies más comunes para el cultivo son la menta piperita (Mentha piperita) y la menta spicata -hierbabuena- (Mentha spicata). Son las más fáciles de encontrar y resisten muy bien las condiciones adversas, por lo que son la mejor opción para quienes la cultiven por primera vez. Además, mayo y junio son dos buenos meses para plantar las semillas, así que, ¡aprovecha!

Cuidados básicos

Es una planta que da varias cosechas al año -entre dos y tres-, por lo que tiene un gran rendimiento para la escasa atención que requiere.

Más que cuidados, la menta exige cierto control, puesto que, a pesar de sus grandes virtudes, es una especie invasora, que crece de forma horizontal y se multiplica con gran velocidad. La solución es muy sencilla: dedicarles un tiesto ancho (unos 20-30 cm de diámetro) sólo para menta, o plantarla debajo de un árbol, para compensar esa "competencia". Por tanto, a nivel asociativo, es mejor cultivarla en solitario.

Tipo de suelo

El paraíso para la menta es un suelo fértil, con muchos nutrientes (humus) y húmedos. Un buen sustrato y mucho espacio harán que crezca a un ritmo que te sorprenderá. Una exposición moderada al sol -también por eso es bueno plantarla cerca de un árbol- y un buen riego, para mantener la humedad (eso sí, requiere también un buen drenaje) garantizarán su crecimiento.

En invierno, se recomienda cortar la parte superficial, e incluso cubrirla, para protegerla de las heladas. Una vez llega la primavera, brota de nuevo como si no hubiera mañana.

A pesar de que se adaptan relativamente bien a la mayoría de suelos, no soportan los que les impiden crecer: tierras calizas, desequilibradas en cuanto a nutrientes y, lo peor: muy secas y con muchas piedras. Las raíces no pueden extenderse a su voluntad en un terreno de estas características.

Reproducción de la menta

La ventaja de cultivar nuestras propias semillas es que conocemos de primera mano su calidad (no sucede lo mismo si obtienes tu planta a través de un esqueje o un rizoma). Cuando han prosperado las semillas, podemos continuar multiplicando la menta con tres métodos:

Semillas, nuevamente

El proceso más lento, por lo que sólo se recomienda para la primera plantación.

División de las matas

En abril y en septiembre-octubre se pueden arrancar las matas antiguas y cortarlas en varios trozos, que plantamos rápidamente de nuevo y regamos abundantemente.

Rizomas

Los rizomas son unos tallos subterráneos que utiliza la planta para reproducirse. Abril es un buen momento para retirar las matas antiguas y cortar los rizomas en trozos de 3-5 cm. Los mejores son, por supuesto, los más desarrollados (los que tienen más raíces). Una vez cortados, colocamos 4-5 rizomas en agujeros de 5 cm de profundidad, separados entre ellos por 30-40 cm, los cubrimos, ¡y a regar!

Usos de la menta

  • Es un gran repelente contra hormigas y pulgones, ¡y huele muy bien! ¿Sabías que los romanos y los griegos la usaban como ambientador en bodas y grandes fiestas?
  • Se puede recolectar a partir de 3-5 meses de su cultivo. Para ello, cortamos los tallos más tiernos los días de buen tiempo, siempre por la mañana, una vez ha desaparecido el rocío (que es cuando las plantas tienen más contenido esencial en las hojas).
  • Se puede emplear para suavizar los dolores de cabeza (antiguamente se decía que era buena para los trabajos intelectuales) y, sobre todo, los problemas del estómago: facilitan el proceso digestivo y es un buen tratamiento para los vómitos.
  • Las hojas de menta (que son las que contienen los principios activos), masticadas, acaban con las bacterias que producen el mal olor y refrescan el aliento. ¿Para qué tomar chicles, pudiendo tomar el producto original?
  • El mentol que contiene ayuda al sistema respiratorio. Se puede frotar sobre el pecho (¿verdad que os suena?) ¡Se acabaron las congestiones!
  • Se usa también para hacer té, poleo, por sus propiedades vitamínicas, para calmar los dolores musculares y dar masajes... En medicina tradicional se usa mucho la menta. ¿Sabéis de más usos? ¡Aparte de los mojitos, claro!

Si nunca habéis empleado la menta como tratamiento, es conveniente (como sucede con cualquier cosa que desconocemos, como un medicamento) que os informéis de posibles contraindicaciones o usos indebidos, especialmente para niños, ancianos o mujeres embarazadas.

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