Se acerca el verano y el calorcito, y con él la playa, la piscina, y las exposiciones al sol. Así que ha llegado el momento de encontrar un buen protector para poder disfrutar de todo ello sin riesgos. Pero, ¿qué pasa con los más pequeños? Debemos protegerlos del sol, por lo que es conveniente saber qué tipo de crema solar para bebés es más adecuada para ellos, y cómo podemos utilizarlas.
Lo primero que debes saber es que los niños menores de seis meses no deben exponerse al sol. Su piel es muy sensible, y pueden quemarse con facilidad, por lo que los expertos recomiendan que estén constantemente a la sombra.
Si tu bebé es menor de seis de meses durante el verano, trata de que permanezca todo el tiempo cubierto, con pantalones ligeros largos y camisetas de manga larga, además de un sombrero con ala ancha para que le haga sombra en la cara, y si lo tolera, unas gafas de sol.
A partir de los seis meses, si vamos a necesitar aplicar crema solar en bebés, ya que los problemas de piel, como el cáncer, se suelen producir por acumulación, y más pequeños son los que más absorben los rayos solares.
Por ello es importante, no solo ponerles cremas de protección desde su nacimiento, sino también acostumbrarles y concienciarles de la importancia de este gesto cuando son un poco más mayores.
Tipos de protectores solares
Existen tres tipos fundamentales, dependiendo del tipo de filtros que contienen:
- Filtros físicos/minerales: es la mejor crema solar para bebés. Su uso es recomendable desde los 6 meses a 3 los años, o para niños con pieles atópicas o sensibles. Esto es porque protegen como si fueran un escudo, es decir, reflejan la luz. Además, no pueden ser absorbidos por la piel.
- Filtros químicos/orgánico: actúan de manera contraria a los anteriores. Es decir, en vez de repeler la energía solar, la atrapan. Las cremas protectoras con filtros químicos son aconsejables para niños a partir de los 3 años, no antes, ya que los absorbe la piel, por lo que pueden provocar alergias.
- Filtros mixtos (físicos y químicos): la mayoría de las cremas protectoras llevan mezcla de ambos filtros.
Criterios a la hora de comprar la mejor crema protectora
Además de decidir qué filtros debe llevar la crema solar de tu bebé, debes tener en cuenta otra serie de factores, cuando vayas a comprarla:
- Es importante que sea un producto de amplio espectro, es decir, que cubra frente a rayos UVA y UVB.
- Que sea resistente al agua. En muchos envases podemos ver water-resistant o waterproof, pero hay que tener en cuenta que no es lo mismo. Según los estudios realizados, los primeros hacen efecto durante los primeros 40 minutos en contacto con el agua, mientras que los waterproof duran más de 80. En cualquier caso, es conveniente, sobre todo en los niños, renovar la crema una vez que salen del agua, y nunca sobrepasar estos límites.
- Que no irrite los ojos: los peques se tocan los ojos constantemente, por lo que es imprescindible que la crema no se los irrite. También conviene decidir si queremos una crema con o sin perfume. Lo más aconsejable es la segunda, ya que es menos irritante y menos susceptible de provocar alergias.
- FPS (Factor de Protección Solar): Como mínimo debemos utilizar un factor de protección 30, aunque lo ideal es 50.
Cómo y cuándo aplicar la crema solar a los niños
Las cremas de protección solar para niños son muy suaves, por lo que aunque es aconsejable utilizar, sobre todo para los más pequeños, una crema solar facial, también podemos usar las que son apropiadas para cara y cuerpo.
La aplicación, debe ser, según recomiendan los expertos, cada dos horas y de aproximadamente 2 miligramos por centímetro cuadrado de piel.
Y por último, nunca uses cremas de años anteriores. Estos productos no suelen durar más de doce meses una vez abiertos, algunos de ellos sólo seis, por lo que no es recomendable guardarlas de un año para otro. En cualquier caso, busca en el envase un dibujo de un tarro abierto, que lleva impreso un número. Este indica los meses que se puede conservar el producto desde que lo usamos por primera vez.
Otros consejos para evitar una sobreexposición
Como ya debes saber, no es recomendable exponer a la luz solar intensa a los bebés desde media mañana hasta las 6 de la tarde, aproximadamente.
Ten en cuenta también que no en todas las latitudes la incidencia de los rayos es igual, sobre todo a la hora de exponerte a ti mismo o a tus hijos. No es lo mismo tomar el sol en Londres que en Perú.
Cuando los pequeños de la casa estén al sol, es conveniente darles agua habitualmente, aunque no la pidan, ya que son más propensos a deshidratarse.
Y aunque el sol tiene cierta influencia positiva sobre nuestra salud, la exposición directa no es necesaria, ya que para cubrir las necesidades de Vitamina D y disfrutar del resto de los beneficios de la energía solar basta con realizar una vida normal.
Así que, ahora que ya sabemos cómo protegernos, sólo nos queda ponernos la crema y disfrutar del verano.