Se acerca el nuevo año y con ello un momento de inflexión donde plantearnos propósitos que cumplir. Un clásico son el dejar de fumar, hacer deporte y empezar a cuidarnos, ya que cada año suma.

Por nuestra parte queremos animaros a plantearos una forma de vida más sana, sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Somos conscientes que los cambios deben ocurrir poco a poco y no de manera brusca, ya que cualquier cosa que nos pueda parecer una obligación, actuará sobre nuestra motivación y hará que vaya desapareciendo. Es importante realizar cualquier propósito con ilusión, ponernos metas a corto plazo e ir consiguiendo pequeñas victorias que nos harán coger fuerzas y hacer que los cambios entren y se instalen en nuestra vida de una manera natural.

Si nos centramos en el tema de la alimentación, debe ocurrir de esta forma, ya que se trata de un aspecto muy determinante en nuestro día a día y que, además, viene asociado a un entorno, unas costumbres y rutinas a menudo muy asentadas.

El primer paso para cambiar algo, es preparar a nuestra mente para ello, ¿cómo hacerlo?:

- Cambia la percepción que tienes de ti mismo: visualiza constantemente la persona que quieres llegar a ser. Cree en ti mismo y aleja los pensamientos de derrota que constantemente te perseguirán.

-Pensamiento positivo: cuando cambias la percepción respecto al cambio que vas a realizar, el camino empieza a hacerse más liviano y motivador.

Tras esto ya puedes construir un plan de acción sobre el que ponerte a trabajar metas muy concretas y específicas. Puede que desde un primer momento te parezcan pequeñas cosas, pero te darás cuenta que es necesario empezar por lo que apenas nos puede costar esfuerzo para coger ritmo y poder dar pasos más amplios.

Pero ¿cómo saber si estoy siendo constante en mi propósito?. La mejor manera de ser verdaderamente conscientes es registrándolo. Anota tus propósitos bien en formato papel, en tu agenda del teléfono, posits o como prefieras, y registra todos tus logros.

Es importante celebrar todo aquello que consigas, para evitar generar ansiedades y nervios. Esto no quiere decir que en un día tiremos por tierra todo lo conseguido, pero es tan importante alimentar bien al cuerpo como alimentar al alma. Con ello, queremos decir que el darnos de vez en cuando algún capricho es necesario y no debemos sentirnos culpables por ello.

Resumiendo, en tu mapa mental deberían quedar fijados los siguientes puntos, y ya estás listo para empezar a cambiar todo aquello que te propongas!

1-Prepara tu mente, no se puede empezar a construir la casa por el tejado, al igual que no podemos pretender cambiar algo en nuestra vida, si no lo deseamos realmente.

2-Construye tu plan de acción, refleja en el metas pequeñas metas que acaben convirtiéndose en una acción diaria, y ves elevando el nivel de éstas según vayas consiguiendo otras.

3-Registra todo lo que vayas a llevar a cabo y márcate los objetivos logrados.

4-Celebra los logros, a nivel mental supone un impulso para seguir adelante.

5-Siéntete a gusto con todo lo que hagas, en definitiva!

¿Ya tienes tu objetivo marcado? Pues lánzate a conseguirlo!