El Minador de los cítricos, Phyllocnistis citrella, es un insecto lepidóptero originario del sudeste asiático que en su fase larvaria parasita a cualquier cítrico, sin tener preferencia por una clase concreta.

Naranjos, limoneros, mandarinos, pomelos, etc, son los huéspedes de esta oruga que se establece y vive en el envés de las hojas jóvenes debajo de la cutícula, capa impermeable más externa de las hojas, la cual les da cobijo y les sirve de protección. Se alimenta de jugos de brotes secándolos e impidiendo a los árboles renovar sus hojas y frutos.

Este insecto protagonizó una de las plagas más graves que ha sufrido el cultivo de cítricos en España. Llegó a la Península por el año 93, a Málaga, y en meses se extendió por toda la cuenca mediterránea. La intensidad de la plaga y el daño causado a los cultivos fue tan grande que muchos agricultores, tras haber haber probado multitud de insecticidas y pesticidas carísimos e inútiles, dieron por perdido sus campos de cultivos.

Pero como es de buen sabidos la naturaleza pone el remedio a los males que en ella se dan, llevando los asuntos que le conciernen al equilibrio que le corresponde, por eso con el paso de los años el ataque de esta plaga fue menguando cada vez más, dejando cítricos enteros cubiertos con hojas sanas intensamente verdes.

No fue ningún producto milagroso ni la creación de una especie de cítrico capaz de soportar el ataque del Minador, fue simple y llanamente que insectos depredares de otros insectos como la avispilla Dacnusa sibirica especializaron su alimentación en estas oruguitas que se presentaron como una gran oportunidad de comilonas para los insectivoros.

Su Ciclo Vital

La hembra adulta, una pequeña polilla que puede llegar a medir unos 4-5 mm de color plateado, pone sus huevos transparentes sobre los brotes tiernos de las hojas que aún se están formando, los huevos eclosionan, la oruga nace y se establece bajo la capa más externa del envés de la hoja. Hasta que la oruga alcanza un tamaño adecuado se va alimentando del contenido interno de las hojas.

Cuando la oruga alcanza el tamaño adecuado, realiza la última muda y se transforma en pupa, cuya boca en forma de tubo segrega hilos de seda que formarán la cámara pupal, en general muy cerca del borde de la hoja.

Acabado su trabajo de tejedora, los hilos de seda se secan y retraen los bordes de la hoja hacia dentro, lo cual provoca que la hoja se doble sobre la cámara pupal, quedando la ninfa protegida y fuera de la vista de sus depredadores mientras se metamorfea..

Unos días después sale el adulto alado y tras la fecundación la hembra buscará nuevos brotes tiernos donde poner sus huevos.

Daños en los cítricos

El daño real en los árboles cítricos lo sufren las hojas, las cuales son los pulmones y fábricas de alimento de la planta.

Procurando simpre no romper la cutícula de la hoja, la larva avanza perforarando las células y absorbiendo todo su contenido. Las hojas muy afectadas llegan a a sufrir grandes deformaciones, la parte comida se seca y el árbol acaba desprediéndose de ellas, no siendo capaz de renovar y desarrollar hojas nuevas.

Si el ataque se prolonga el frutal tendrá que sobrevivir con las hojas maduras que tenía antes de que se implatara la plaga,teniendo que aguantar con ellas más de lo que sería normal y no quedarse totalmente defoliado condenándose a una muerte segura.

Detección y Tratamiento

Aunque la oruga es muy pequeña su presencia se puede detectar fácilmente porque va dejando tras de sí un hilo de defecaciones. Las hojas afectadas se pueden ver medio secas tras ser parcialmente comidas.

Por septimbre las cámaras pupales ya vacías tras la salida del adulto se ven muy bien en los bordes de las hojas, que se doblaron hacia dentro para protegerla.

En relación a los tratamientos eficaces que no supongan un peligro de toxicidad en los frutos que luego nos vayamos acomer, los productos sin efecto nocivos para el entorno y nuestra salud capaces de terminar con este insecto son: el Jabón Potásico, el extracto de Neem, en cualquiera de sus posible métodos de aplicación, o la tierra de Diatomeas y el Bacillus thuringiensis, .insecticida que actúa de forma muy selectiva frente a las larvas.

Si la plaga no es muy agresiva la naturaleza se encargará de ella con sus propios sistemas de control.

Muchas de las plagas que se dan en los cultivos encuentra su moderación en la propia naturaleza sin necesidad de aplicar productos químicos tan tóxicos y perjudicales.

Insectos devoradores de otros insectos, cambios climáticos o la fauna silvestre, pueden ser la solución. Un ejemplo es el Pajarillo mosquitero común, un pajarillo diminuto que encuentra en la larva del Minador un manjar delicioso con un pequeñísimo pico de insectívoro rompe la cutícula, aplasta a la orugara y se latraga haciendo desaparecer el problema t. Un estupendo caso del buen hacer de la naturaleza, que a su ritmo va encuentra en ella misma el control apropiado para equilibrar sus componentes.