Crear un pequeño huerto en casa ya sea en un balcón, en una terraza o en un patio, puede ser una actividad muy satisfactoria y enriquecedora, que nos permitirá entender mejor la Naturaleza.
La práctica de la agricultura doméstica, aprovechando cualquier espacio soleado de nuestras casas, nos va a aportar multitud de beneficios, algunos de ellos son:
- Resulta una actividad muy divertida, relajante y que disminuye el estrés.
- Potencia nuestra capacidad de observación del medio natural.
- Es una herramienta extraordinaria para la educación ambiental de nuestros hijos.
- Aumenta nuestra sensibilidad hacia la sostenibilidad.
- Nos permite redescubrir el sabor de los alimentos.
- Seguridad de que lo que comemos no lleva ningún plaguicida ya que nosotros mismos lo hemos cultivado siguiendo prácticas ecológicas.
- Nos motiva a preocuparnos por la calidad de los alimentos que compramos, valorando su origen, los procesos de producción y distribución.
- Nos ayuda a valorizar la figura del agricultor y la agricultura tradicional.
En el caso de huertos realizados en terrazas o azoteas puede llegar a tener importancia en el ahorro energético de la vivienda, disminuyendo la temperatura y permitiendo un ahorro en climatización.
Por último decir que el huerto es un espacio que refleja nuestra personalidad, que está vivo, evoluciona con los años y con los cambios de estación y en su diseño y decoración podemos expresarnos artísticamente.