Las lombrices realizan un trabajo importante en nuestro suelo. No sólo es recomendable preservarlas, sino también darles refugio e incluso criarlos. Hoy en Planeta Huerto te contamos en qué nos ayudan estos anélidos cuya vida puede durar hasta diez años.
Existen dos tipos de gusanos de tierra, como también se conoce a las lombrices: el del abono, que es de color rojo y mide hasta 8 cm, y el de tierra común, que es más grande y largo, con una parte final aplanada. Ambos viven en la capa superficial del suelo (ésta abarca los diez primeros centímetros).
Beneficios de las lombrices de tierra
- Se dedican a cavar galerías sin cesar para encontrar comida: esto hace que la tierra esté ventilada, favoreciendo la microfauna.
- Los agujeros que realizan mejoran el drenaje del suelo y la capacidad de retener las aguas que deja la lluvia.
- Cuando se trata de suelos arcillosos, los gusanos son los mejores en descompactarlos.
- Las lombrices se alimentan de nutrientes que luego desechan en forma de humus: éste es considerado uno de los mejores fertilizantes naturales que hay. El humus de lombriz multiplica por 10 la cantidad en potasio de un suelo normal, por siete en fósforo, y por cinco en nitrógeno. También contiene cantidades notables de calcio y magnesio. Para conseguir este fertilizante podemos comprarlo o bien prepararlo en un vermicompostador.
Consejos para preservarlas
- Debemos evitar trabajar la tierra con herramientas afiladas con cuchillas agudas (azada, escardillo, pala). En este caso, podemos usar la horca doble para cavar.
- El calor y el frío provocan que las lombrices desciendan a las capas más profundas. Por este motivo, es recomendable preservar la humedad del suelo.
- Deberemos llevar cuidado con los enemigos de la lombriz: topos, sapos, ciempiés, pájaros y hormigas. Si trabajamos con vermicompostadores nos aseguraremos que las lombrices estén bien.