El fruto, la recompensa al trabajo dedicado, no es más que el crecimiento y desarrollo de la parte de la flor que recubre la semilla, una vez ésta se ha formado para protegerla y asegurar su posible germinación.

Este crecimento se ve afectado por: factores externos, como pueden ser la disponibilidad de agua y nutrientes, y por agentes de la propia planta.

Las interrelaciones entre estos factores definirán el tamaño alcanzado por el fruto y aunque es prácticamente imposible controlarlos todos, su estudio y conocimiento puede ayudarnos a trabajar el cultivo de manera que obtengamos una óptima y satisfactoria cosecha.

Etapas de crecimiento

El fruto pasa por varias etapas hasta llegar a su completa formación y en cada una de ellas tendrá más importancia unos factores que otros. Podemos dividir la formación del fruto en:

  1. Cuajado del fruto: es la conversión del ovario de la flor (la parte de la flor que recubre a la semilla) en fruto. Una vez formada la semilla , la naturaleza sigue su curso y comienza la producción de las capas o tejidos que la recubren , ésto es, el deseado fruto. Un indicativo de este cambio es la caída de los pétalos en las flores.
  1. Consumo de azúcares: la planta destinará la mayor parte de su energía en desarrollar los frutos, ya que la necesitan para poder crecer, energía procedente del consumo de azúcares, conocidos como fotoasimilados.
  2. Aumento del tamaño por acumulación de reservas: unos 25-30 días después del inicio del cuajado, los fotoasimilados exportados por las hojas maduras (las que ya no son jóvenes) al fruto no se consumirán, si no que se acumularán para su engorde. El volumen final alcanzado por el fruto es la cosecuencia de esta acumulación.
  3. Maduración del fruto: en la cual el fruto experimenta cambios de sabor y textura, completando su crecimiento. Esta fase de desarrollo incluye los procesos de coloración, incremento de concentración de azúcares, reducción de ácidos y pérdida de firmeza.

    Superada esta fase el fruto está listo para ser recogido, de no ser así empezará a perder firmeza y a ser muy susceptible al ataque de hongos y otros microorganismos.

La capacidad de la planta para producir fotoasimilados, los azúcares que se consumirán y se acumularán, depende de su actividad fotosintética durante estas etapas.El factor que en mayor medida controla esta actividad fotosintética es la temperatura del ambiente, pero no es el único factor que interviene en el engorde del fruto.

Factores que intervienen en la creación de los frutos.

Entre los factores internos de la planta que determinan el tamaño final del fruto, destacan los factores genéticos, la posición del fruto en el brote y la competencia entre órganos en desarrollo.

  • La genética: puede darse el caso de que dos plantas de la misma variedad, de tomateras por ejemplo, sometidas a las mismas condiciones externas den frutos de tamaños distintos. Ésto se debe a la diferencia genética que pueda existir en cada planta. Si este factor cambia espontáneamente (mutaciones) da lugar a características que de persistir en el tiempo definirían una nueva variedad.

    Las plantas de la misma variedad pero de distinta edad también suelen proporcionar frutos de diferente magintud, las más jóvenes frecuentemente producen frutos de mayor volumen.

  • Cantidad de hormanas de crecimiento en la planta: tanto en giberelinas como en citoquininas, éstas pueden aumentar la capacidad de los frutos para atraer nutrientes del resto de la planta en etapas en las que las hojas no pueden cubrir sus exigencias.
  • Posición del fruto: la posición de las flores en la planta determinará el lugar donde se formará el fruto, y ésto puede que cuase diferencias en el aspecto final alcanzado por cada uno. Según esta posición, el fruto sufrirá mayor o menor competencia con las demás partes de la planta.
  • Presencia de competencia con otras partes de la planta en crecimiento: se ha demostrado que la presencia de hojas en el brote estimula el desarrollo del fruto a través de una mayor velocidad de crecimiento, apareciendo las primeras diferencias en el momento del cuajado y aumentando con el tiempo hasta la recolección. Pero sólo cuando las hojas se encuentran en su estado de madurez y no en estado crecimiento, donde actuarían como órganos competidores.

Por eso es importante una adecuada poda de las hojas jóvenes en las primeras etapas de crecimiento del fruto, para que los azúcares se destinen al crecimiento del fruto, teniendo en cuenta no dejar una cantidad demasiado escasa, lo que podría acarrear que no se formen los azúcares necesarios.

Una cantidad excesiva de frutos en la planta puede ocasionar frutos de reducido tamaño y de mala calidad, por lo que es acosejable retirar aquellos que tengan peor apariencia y así los demás crecerán con menos competencia (aclareo de los frutos).

Desarrollo de los frutos

Pasando a los factores externos que afectan al desarrollo del fruto, uno muy decisivo, junto con la temperatura, es la disponibilidad de agua durante este periodo.

  • Disponibilidad de agua, el riego: es importante que la planta no sufra estres hídrico en ningún momento de esta etapa, ésto es, que no le falte agua. La mayoría de frutos tienen gran proporción de agua en su composición por lo que el consumo de agua durante este periodo puede aumentar.
  • Disponibilidad de nutrientes esenciales: como es el caso del Potasio (K+ ), elemento crucial para que los frutos tengan una calidad inmejorable.

    Un suministro adecuado de Potasio aumenta el peso de los frutos haciéndolos más ricos en azúcares y zumos, porque favorece el transporte de fotoasimilados desde las hojas. Además fortalece los mecanismos de resistencia natural de los frutos mejorando su conservación. Su falta puede producir frutos de mala calidad, ácidos y sin aroma.

    En el Tomate, la deficiencia de K, produce la aparición de una mancha amarillenta en forma de estrella en el ápice del fruto ocasionando una maduración irregular. Todos los fertilizantes destinados al crecimiento del fruto poseen mayor cantidad de este macronutriente en su relación N-P-K, que junto con el Calcio favorece un crecimiento a mayor velocidad

  • La temperatura: agente muy importante por su relación directa con la capacidad de formar fotoasimilados. El aumento de temperatura produce un aumento en la elaboración de estos azúcares. Controlarla podría dar lugar a obtener frutos de gran tamaño en el menor tiempo posible, como es el caso de los invernaderos. Pero la creación tiene un ritmo, y lo natural es dejarlo actuar.

Temperaturas demasiado altas tampoco son muy favorables, ya que pueden producir abscisón: pérdida masiva de los frutos debido a condiciones extremas como heladas, lluvias intensas o temperataruras excesivamente elevadas, aspectos que desgraciadamente no se pueden controlar.

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