Uno de los primeros retos a los que se enfrentan los padres primerizos es sin duda la irritación del culete de los bebés. Aunque al principio estas rojeces puedan asustar a los padres, no tienes de qué preocuparte, pues es del todo normal.
La piel de los niños y especialmente de los bebés es muy sensible y, por ello, la aparición de rojeces está a la orden del día. No obstante, es importante poner remedio cuanto antes para favorecer la hidratación y evitar que pueda hacer daño o escocer.
Principales remedios para evitar rojeces en el culito de los bebés
Cambio de Pañal
A continuación, iremos explicando diferentes soluciones muy sencillas que puedes aplicar en el día a día. Eso sí, con el tiempo, lo mejor es que vayas detectando cuál es la causa principal por la que a tu hijo le salen rojeces y así puedes evitarla fácilmente. Por ejemplo, podría deberse a falta de hidratación, a alergias, a un clima muy extremo que reseca su piel, a la frecuencia en cambiar el pañal.
… Sin embargo, no tienes por qué preocuparte, porque no siempre existe una razón clara. Eso sí, si la descubres tendrás la ventaja adicional de poder prevenirla.
En algunas ocasiones, las rojeces e irritación
aparecen cuando no cambiamos el pañal con suficiente frecuencia.
La
orina y las heces pueden provocar irritación de la piel y producir
rojeces. Por eso, aunque te dé pereza, si tu hijo acaba de hacer sus
necesidades después de que le cambies, no dudes en volver a hacerlo,
pues eso te ayudará a prevenir problemas más importantes como los que
estamos comentando.
Relacionado con el pañal y la ropa en general
pueden estar también las alergias. A veces, los materiales sintéticos
pueden dañar la piel y provocar la aparición de manchas rojas. Si crees
que este puede ser un motivo,
prueba con pañales ecológicos hechos con
fibras naturales o con ropa
hipoalergénica.
Uso de cremas y lociones corporales
Aunque cambies el pañal con la suficiente frecuencia, lo cierto es que
la fricción con este puede producir irritación en la piel de los niños.
Para ello, la solución más fácil y rápida es aplicar
cremas o lociones especiales para la hidratación del culito de los niños cada vez que los cambiamos.
En Planeta Huerto tenemos cremas especiales para combatir la
irritación; la clave es que las apliques formando una capa protectora
tras cambiar a tu hijo. Estas
cremas pueden complementarse con algunos
aceites naturales o bien con lociones especiales diseñadas para la piel
de los más pequeños
. Sin embargo, también podrías optar por otras
alternativas, como puede ser el aceite de oliva. Así, si en algún
momento te quedas sin la crema indicada, podrías optar por utilizar este
ingrediente de cocina que todos tenemos en casa. Aunque son más cómodos
los productos específicos, siempre tienes alguna alternativa como esta.
Toallitas que no irritan
Puedes optar también por emplear toallitas menos irritantes indicadas para pieles sensibles, para el aseo de tu pequeño. Si te preocupa el Medioambiente en Planeta Huerto te traemos una gran variedad de toallitas biodegradables que puedes comprar en nuestro catálogo.
¿Candidiasis? Consulta con tu médico
Cuando la zona está irritada y además hay humedad, es posible que aparezcan unos hongos que dan lugar a la candidiasis. Los niños pequeños pueden tener humedad en esta zona por el sudor, por la orina e incluso por no haberlos secado correctamente tras el baño. Por eso, hay que prestar especial atención a cada uno de estos casos para prevenir la aparición de los hongos.
La candidiasis aparece en la zona
que ya está dañada y que tiene algo de agua. La solución en este caso
también es sencilla, no te preocupes. Eso sí, la crema que utilices
deberá ser específicamente antifúngica, para curar la piel a la vez que
se eliminan los microorganismos y deberá recetártela un especialista.
Por eso, en estos casos te recomendamos que siempre visites al pediatra.
¿Cómo cuidar la piel del bebé?
Y ya para finalizar queremos darte algunos trucos generales para el cuidado de la piel y la manipulación de los niños durante el cambio de pañal.
En primer lugar, siempre que sea posible, lo mejor es que
la piel esté al aire libre. Por eso, si en algún momento puedes
prescindir del pañal,
adelante.
Por otro lado, es importante
no frotar. Así, cuando bañes a tu hijo no insistas fuertemente con
esponjas y limítate a utilizar la mano o una esponja muy suave sin
frotar en exceso. Precisamente con el baño, también deberás tener
cuidado en la temperatura del agua. El agua muy caliente
producirá una mayor apertura de los poros y con ello la irritación de la piel puede aparecer.
En suma, como bien sabes, la piel de los recién nacidos es muy sensible. Por eso es frecuente que aparezcan rojeces e irritación; no tienes de qué preocuparte, pues la solución es sencilla.
Eso sí, te recomendamos que pongas un remedio cuanto antes para evitar que vaya a más y pueda causar molestias al niño. Como has visto, su hidratación es muy sencilla y es clave para prevenir y curar en caso de que ya aparezcan estas incómodas rojeces.