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Saco de 2 litros de Akadama. Tamaño de grano pequeño, entre 1 y 6 mm de grosor, adecuado para la mayoría de los bonsáis.
Tierra arcillosa de color rojo-anaranjado especial para el bonsai.
Akadam significa "Tierra roja".
La akadama es una tierra neutra o ligeramente ácida, con un PH de 6,5 a 6,9 (7 es el punto neutro), característica ideal desde el punto de vista hortícola para la mayoría de las especies.
Su grano es muy firme y resiste bien la presión y el paso del tiempo sin deshacerse.
Las tierras que utilizamos para bonsái (Akadama, Terrabonsai) son granuladas, lo cual permite el paso del aire, vital para el crecimiento de la raíz. Todo tipo de sustrato conlleva una pequeña parte de polvo que debemos eliminar o de lo contrario nos taponará el drenaje ya desde el primer momento. Para ello nos serviremos de un cedazo con luz de 1 mm. Estas tierras además tienen gran capacidad de absorción de agua y nutrientes.
Podemos mezclar estas tierras con grava volcánica en diferentes proporciones. La función de la grava volcánica es mayoritariamente de drenaje. Con ello podemos ganar más tiempo hasta el próximo trasplante, ya que ésta no se degrada, y seguirá permitiendo el paso del aire y el agua a través de un sustrato bastante gastado, aunque deberemos estar más pendientes del riego ya que drenará mucho más.
Saco de 2 litros de Akadama. Tamaño de grano pequeño, entre 1 y 6 mm de grosor, adecuado para la mayoría de los bonsáis.
Tierra arcillosa de color rojo-anaranjado especial para el bonsai.
Akadam significa "Tierra roja".
La akadama es una tierra neutra o ligeramente ácida, con un PH de 6,5 a 6,9 (7 es el punto neutro), característica ideal desde el punto de vista hortícola para la mayoría de las especies.
Su grano es muy firme y resiste bien la presión y el paso del tiempo sin deshacerse.
Las tierras que utilizamos para bonsái (Akadama, Terrabonsai) son granuladas, lo cual permite el paso del aire, vital para el crecimiento de la raíz. Todo tipo de sustrato conlleva una pequeña parte de polvo que debemos eliminar o de lo contrario nos taponará el drenaje ya desde el primer momento. Para ello nos serviremos de un cedazo con luz de 1 mm. Estas tierras además tienen gran capacidad de absorción de agua y nutrientes.
Podemos mezclar estas tierras con grava volcánica en diferentes proporciones. La función de la grava volcánica es mayoritariamente de drenaje. Con ello podemos ganar más tiempo hasta el próximo trasplante, ya que ésta no se degrada, y seguirá permitiendo el paso del aire y el agua a través de un sustrato bastante gastado, aunque deberemos estar más pendientes del riego ya que drenará mucho más.
Ingredientes