Situada a las afueras de Chicago, la empresa Weber-Stephen, reconocida a nivel mundial por la calidad de su Barbacoas, fue fundada en 1952 por George Stephen,un adepto a las grandes parrilladas en familia.
Durante mucho tiempo, la barbacoa no fue más que un horno de ladrillo rudimentario y estático. Al estar abierto el fuego, la comida quedaba expuesta al viento, a las cenizas y a llamaradas peligrosas. Hasta que un día George Stephen revolucionó el uso de la barbacoa: desarrolló el aparato de cocción perfecto, eficaz haga el tiempo que haga, sin peligros, que anula las ráfagas de viento, las cenizas y las llamaradas peligrosas.
Reinventó por completo la barbacoa tradicional en una "barbacoa bola": una esfera en la que la parte de arriba sirve de tapa.Esta tapa supone una revolución en los sabores: al mantener un calor homogéneo dentro de la barbacoa, permite obtener una calidad de cocción óptima, además, permite vigilar la cocción de los alimentos con la misma elegancia que un maître levantando una campana de plata.
Tras el éxito del resultado de las parrilladas, mucho más tiernas y sabrosas decidió crear la marca Weber-Stephen, y comercializar su primera barbacoa bola: la Original Kettle la cual se covirtió en todo un éxito, enseguida fur una referencia en el país, y tras ello en el mundo entero. . En 2005 se creó la filial española.
Las creaciones Weber siempre siguen los mismos criterios materiales nobles, pureza de líneas y una ergonomía impecable.
Siguiendo la inspiración original de George Stephen, aparecen muchos modelos de barbacoas Weber para proporcionar a cada cual la que mejor se adapte a su jardín, modo de vida, necesidades de cocción y preferencias estéticas aportando ideas y sabores a la cocina de exterior.
Combinan un estilo contemporáneo e innovador con una ergonomía que garantice unas prestaciones óptimas para la cocción de los alimentos. Y siempre integrando, cómo no, el famoso toque Weber: esta tapa que se cierra con estilo en todas y cada una de sus creaciones.
Weber, no ve la barbacoa como una mera "máquina de hacer parrillas" si no como una bola que hace los días redondos: realza sabores, hace que afloren las emociones y genera encuentros.
Alimentos más tiernos, cocciones mejor controladas, aromas preservados, platos "de interior" que, pueden hacerse en el jardín.
Weber, invita a la alta cocina a salir...
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