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Mugi miso pasta de soja y cebada Mimasa, 300 g
Propiedades nutritivas
La soja, el principal ingrediente del mugi miso, es rica en proteínas,
pero es difícil de digerir. En el miso, la proteína de la soja se
desintegra en aminoácidos durante la fermentación, con lo que no sólo la
hace fácil de digerir, sino que además ayuda el sistema digestivo y a
repoblar la flora intestinal.
El miso es la forma más saludable y fácil de asimilar la proteína de
soja. En su fabricación se utiliza todo el grano de la soja, incluida la
piel. De este modo, el miso tiene el beneficio añadido de sustancias
tales como la saponina, el ácido linoleico y la lecitina, que ayudan a
disolver el colesterol adherido a las paredes sanguíneas. Por lo tanto,
el miso favorece la prevención de la presión arterial alta, de la
acumulación de lípidos en el plasma y de accidentes cerebrovasculares.
Asimismo, contribuye a mantener la elasticidad de los vasos sanguíneos.
La vitamina B2 que se obtiene a partir del koji promueve la reducción
de la oxidación del organismo, mientras que su aporte de vitamina B12
ayuda a la formación de la sangre y reduce la fatiga mental. La vitamina
E de la soja favorece que se inhiba la peroxidación lipídica,
provocando un efecto anti-envejecimiento. A esto también contribuye la
saponina, que además favorece la prevención del endurecimiento de las
arterias y de enfermedades hepáticas. Por su parte, las enzimas de la
semilla de koji, los fermentos y las bacterias del ácido láctico ayudan a
la digestión.
Las isoflavonas de la desoxidación de la soja alivian la rigidez en el
cuello y los hombros. Asimismo, favorecen la prevención del cáncer de
mama. La colina de la soja favorece la prevención del hígado graso y del
envejecimiento. En el siglo XVII, se descubrió que las pipas quedaban
más limpias de restos de nicotina si enjuagaban con sopa miso y no sólo
con agua caliente. Ahora se sabe que la vitamina B del miso favorece la
eliminación de las sustancias nocivas del tabaco y que también protege
la garganta.
Valores nutricionales (100 g)
- Energía 153 kcal
- Proteínas 11,8 g
-
Grasas 5,8 g
- Saturadas 0,74 g
-
Hidratos de carbono 16,7 g
- Azúcares 5,7 g
- Sodio 3,79 g
Forma de consumo
De forma tradicional se toma especialmente como condimento en sopas,
patés, legumbres y cereales. Normalmente se añade cuando ya hemos
terminado de cocinar un plato y hemos apagado el fuego. Entonces
diluimos una cucharadita pequeña de mugi miso de MIMASA
por ración en la sopa o caldo. Dejamos que repose uno minutos y ya
podemos servir. También se pueden preparar deliciosos patés mezclándolo
con tahín ecológico de MIMASA y agua, o usar como aderezo en salsas.
Hay que tener en cuenta que no es necesario añadir sal al mugi miso de MIMASA, pues ya es un condimento que tiene sal. Por ello, cuesta mucho que el mugi miso de MIMASA
se estropee, pero si vivimos en un sitio cálido es mejor ponerlo en la
nevera una vez abierto el envase. Al ser un fermento, no se debe hervir,
ya que de lo contrario perdería sus propiedades.
Mugi miso pasta de soja y cebada Mimasa, 300 g
Propiedades nutritivas
La soja, el principal ingrediente del mugi miso, es rica en proteínas,
pero es difícil de digerir. En el miso, la proteína de la soja se
desintegra en aminoácidos durante la fermentación, con lo que no sólo la
hace fácil de digerir, sino que además ayuda el sistema digestivo y a
repoblar la flora intestinal.
El miso es la forma más saludable y fácil de asimilar la proteína de
soja. En su fabricación se utiliza todo el grano de la soja, incluida la
piel. De este modo, el miso tiene el beneficio añadido de sustancias
tales como la saponina, el ácido linoleico y la lecitina, que ayudan a
disolver el colesterol adherido a las paredes sanguíneas. Por lo tanto,
el miso favorece la prevención de la presión arterial alta, de la
acumulación de lípidos en el plasma y de accidentes cerebrovasculares.
Asimismo, contribuye a mantener la elasticidad de los vasos sanguíneos.
La vitamina B2 que se obtiene a partir del koji promueve la reducción
de la oxidación del organismo, mientras que su aporte de vitamina B12
ayuda a la formación de la sangre y reduce la fatiga mental. La vitamina
E de la soja favorece que se inhiba la peroxidación lipídica,
provocando un efecto anti-envejecimiento. A esto también contribuye la
saponina, que además favorece la prevención del endurecimiento de las
arterias y de enfermedades hepáticas. Por su parte, las enzimas de la
semilla de koji, los fermentos y las bacterias del ácido láctico ayudan a
la digestión.
Las isoflavonas de la desoxidación de la soja alivian la rigidez en el
cuello y los hombros. Asimismo, favorecen la prevención del cáncer de
mama. La colina de la soja favorece la prevención del hígado graso y del
envejecimiento. En el siglo XVII, se descubrió que las pipas quedaban
más limpias de restos de nicotina si enjuagaban con sopa miso y no sólo
con agua caliente. Ahora se sabe que la vitamina B del miso favorece la
eliminación de las sustancias nocivas del tabaco y que también protege
la garganta.
Valores nutricionales (100 g)
- Energía 153 kcal
- Proteínas 11,8 g
-
Grasas 5,8 g
- Saturadas 0,74 g
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Hidratos de carbono 16,7 g
- Azúcares 5,7 g
- Sodio 3,79 g
Forma de consumo
De forma tradicional se toma especialmente como condimento en sopas,
patés, legumbres y cereales. Normalmente se añade cuando ya hemos
terminado de cocinar un plato y hemos apagado el fuego. Entonces
diluimos una cucharadita pequeña de mugi miso de MIMASA
por ración en la sopa o caldo. Dejamos que repose uno minutos y ya
podemos servir. También se pueden preparar deliciosos patés mezclándolo
con tahín ecológico de MIMASA y agua, o usar como aderezo en salsas.
Hay que tener en cuenta que no es necesario añadir sal al mugi miso de MIMASA, pues ya es un condimento que tiene sal. Por ello, cuesta mucho que el mugi miso de MIMASA
se estropee, pero si vivimos en un sitio cálido es mejor ponerlo en la
nevera una vez abierto el envase. Al ser un fermento, no se debe hervir,
ya que de lo contrario perdería sus propiedades.
Ingredientes