Plantón de Roble 1 ud

El Roble (Quercus robur), también conocido como Roble común o Roble carballo, es un árbol caducifolio originario de Europa y Asia Occidental. Reconocido por su majestuosidad y longevidad, es uno de los árboles más valorados en la reforestación de zonas templadas, así como en la producción de madera de alta calidad. Es una especie clave en la conservación de los ecosistemas y el mantenimiento de la biodiversidad.

Nombre científico: Quercus robur
Nombre común: Roble, Roble común, Carballo
Familia: Fagaceae
Origen: Europa y Asia Occidental

Condiciones de crecimiento

Clima óptimo: Clima templado, tolerante a inviernos fríos y veranos suaves
Riego: Moderado, aunque requiere humedad constante en los primeros años
Exposición: Pleno sol o semisombra
Altitud recomendada: 0 - 1,500 metros sobre el nivel del mar
Suelo: Prefiere suelos profundos, frescos y bien drenados, con pH neutro o ligeramente ácido. Tolera suelos arcillosos.
Velocidad de crecimiento: Moderada a lenta
Resistencia al frío: Muy alta, soporta heladas intensas y temperaturas de hasta -20°C
Árbol de hoja caduca: periodo sin hoja desde septiembre hasta marzo (depende de las condiciones climáticas)

Usos y aplicaciones

Reforestación: El roble es una especie fundamental en la restauración de bosques templados y mixtos, favoreciendo la biodiversidad y la sostenibilidad.
Producción de madera: El roble es conocido por su madera de alta calidad, resistente y duradera, utilizada en construcción, ebanistería y tonelería.
Paisajismo: Se emplea en grandes parques y jardines por su majestuosidad y resistencia a condiciones adversas.
Conservación de suelos: Sus raíces ayudan a prevenir la erosión en zonas con pendientes y suelos frágiles.
Producción de bellotas: Las bellotas del roble son alimento para la fauna silvestre, especialmente mamíferos y aves.

Beneficios ecológicos

Biodiversidad: El roble favorece una gran diversidad de especies de flora y fauna, proporcionando hábitat y alimento.
Captura de CO2: Contribuye significativamente a la captura de carbono, ayudando a mitigar el cambio climático.
Conservación del suelo: Ayuda a estabilizar los suelos, especialmente en áreas degradadas o propensas a la erosión.
Sombra y microclima: Su amplia copa contribuye a la creación de microclimas, favoreciendo otras especies de plantas y fauna que dependen de ambientes frescos y húmedos.

Recomendaciones para la plantación

Época ideal: Otoño o primavera, evitando heladas intensas o sequías extremas.
Preparación del terreno: Realizar un hoyo profundo de al menos 40 cm, con buen drenaje y suelo preparado.
Fertilización: Aplicar compost o abono orgánico en la plantación inicial para favorecer el enraizamiento.
Riego: Mantener el suelo húmedo, especialmente en los primeros meses tras la plantación. Aumentar el riego durante los períodos de sequía.

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