Cuidar del Planeta se ha convertido en una prioridad para muchísimas personas. Salvar los océanos, frenar el cambio climático, reducir la contaminación… Todos estos grandes hitos hacen que nos planteamos qué podemos hacer desde nuestro rinconcito del mundo para contribuir, para que disfrutar de un atardecer frente al mar, de una ruta por una montaña frondosa o, simplemente, de pensar que nuestros nietos podrán disfrutar de lo mismo que hicimos nosotros, nos hagan querer involucrarnos con aquello que está a la altura de nuestra mano.

Y es que, incorporando hábitos muy sencillos en nuestras rutinas diarias, podemos conseguir generar muchos pequeños impactos positivos que, en su suma, pueden convertirse en un gran cambio. Porque no necesitamos ser perfectos, ¡pero cada cambio suma! Y con estas 5 acciones para cuidar del medioambiente te resultará muy fácil incorporar pequeñas rutinas sostenibles en tu día a día. ¡Vamos a descubrir cómo!

1. Puede sonar obvio, pero… recicla.

El reciclaje es una de las acciones con las que más nivel de compromiso tienen muchas personas. Separar los desechos según el tipo de material con el que están fabricados en su origen ya es un gran paso para el medioambiente. Plástico, envases, cristal, papel, cartón… Simplemente separando y retirando en su contenedor correcto estaremos ahorrando muchísimos recursos al Planeta.

Pero, ¡no nos quedemos ahí! El reciclaje es algo que no sólo podamos llevar a cabo con los residuos, si no que además puede estar presente en otros aspectos de nuestra vida. ¿Cómo? Por ejemplo, cuando damos una segunda vida a un mueble, cuando reciclamos una prenda para que su ciclo de vida sea más largo (ya sea convirtiéndola en otra o donándosela a otra persona para que la aproveche), o cuando utilizamos envases o cajas de envíos para darle una segunda vida útil. ¡Las posibilidades son infinitas!

2. Reutilizar como filosofía de vida

Reutilizar es algo muy sencillo, al alcance de nuestra mano. No sólo siguiendo pasos como los que citábamos en el punto anterior, dándole otra vida a muebles u objetos, si no que hay muchos objetos reutilizables que podemos hacer formar parte de nuestra vida diaria, evitando así generar residuos innecesarios. ¿Cómo cuáles?

-Bolsas reutilizables para llevar el bocadillo: A la hora de ir a trabajar, o de llevar un tentempié para los niños al cole, es muy común utilizar plástico o papel para envolverlo. Esto hace que, a diario, generemos residuos innecesarios que podríamos evitar utilizando bolsas reutilizables para transportar estos alimentos. ¿Fácil, verdad?

-Botellas reutilizables: cada día se generan kilos y kilos de desechos debido a las botellas de plástico de un único uso. Sin embargo, esto tiene una muy fácil solución: llevando nuestra botella reutilizable siempre con nosotr@s.

-Bolsas reutilizables para hacer la compra: la hora de hacer la compra es uno de esos momentos estrella en los que incorporar hábitos más sostenibles. Y sin duda, emplear bolsas reutilizables hará que ahorres cientos de bolsas innecesarias. Tanto las bolsas para fruta, verdura o productos a granel, como las bolsas para transportarlo todo. ¡Todo suma!

3. Reduce (es más fácil de lo que piensas):

Sí, lo sabemos, el concepto de reducir es muy amplio. Sin embargo, a la hora de ponerse las pilas para cuidar el medioambiente, podemos aplicarlo a cuestiones como reducir el consumo de agua o la energía que gastamos durante el día. ¿Cómo?

-Reducir el consumo de agua: es muy fácil si sigues estas pautas, como ducharte en lugar de bañarte, poner la lavadora o el lavaplatos sólo cuando estén llenos, regar las plantas con agua de lluvia o cerrar el grifo si no es necesaria el agua que cae.

-Reducir el consumo de energía: contamos con la suerte de vivir en un país en el que contamos con largas horas de luz. Esto facilita que podamos reducir este consumo de energía, aprovechando los recursos solares a nuestra disposición. Pero no sólo podemos reducir este consumo evitando encender luces innecesarias, también podemos optar por emplear aparatos eléctricos que optimicen el tiempo del cocinado, e incluso utilizando temporizadores para evitar consumir más energía de la necesaria.

4. La alimentación, si es eco, dos veces buena:

A la hora de elegir qué alimentos consumir, los catalogados como ecológicos son siempre una opción más sostenible. Esto se debe a que sus cultivos son más respetuosos con los entornos al no emplear químicos tóxicos para sus siembras, por lo que el impacto positivo se produce no sólo sobre nuestro organismo: también sobre el Planeta.

Por ello, cuando elijas alimentación ecológica no sólo estarás generando un acto positivo sobre tu cuerpo, también lo harás por el medioambiente. Bon appetit!

5. Movilidad sostenible:

Ir en coche se ha convertido en algo normal para muchos ciudadanos. Para ir al trabajo, para ir al cole, para ir a visitar a algún familiar o amigo… Y aunque es obvio que a veces es nuestra alternativa más cómoda y fácil, el simple hecho de compartir coche con tus compañeros para ir al trabajo ya supone una importante reducción de CO2 diaria.


Pero también hay otras opciones sostenibles para aquellas personas que pueden hacerlo debido a las distancias, como pueden ser las bicicletas, los patinetes e, incluso, los medios de transporte público. Estos suponen una alternativa mucho más sostenible para el Planeta, a la que cuesta muy poco sumarse.

Sin duda, poner de nuestra parte para conseguir un Planeta más sostenible está al alcance de todos nosotros. A veces incorporar estos pequeños cambios, estas rutinas a nuestra vida cotidiana, es algo gradual que según pasa el tiempo vamos haciendo con total normalidad. Con la satisfacción de saber que estamos haciendo lo correcto, que estamos contribuyendo con nuestros pequeños gestos a generar grandes cambios. Porque cuidar el medioambiente es cosa de todos, y los cambios comienzan siempre en nosotros. El cambio empieza en ti. ¿Te sumas?