Crema De Avellanas

Hay sabores que te transportan. El de la avellana tostada es uno de ellos. Hemos creado la crema definitiva: solo las mejores avellanas de Turquía, tostadas a la perfección y molidas hasta convertirse en un vicio cremoso e intenso. Estás avisado: es adictiva.

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  🇹🇷 EL TESORO DE TURQUÍA, DIRECTO AL TARRO:
  

  No todas las avellanas son iguales. Las nuestras vienen de las costas del Mar Negro en Turquía, la cuna de las avellanas más aromáticas y cotizadas del mundo. Sabor legendario, 100% natural.

  
  


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  💥 TOSTADO MAESTRO, SABOR EXPLOSIVO:
  

  El secreto está en el tueste. Lo controlamos al milímetro para que cada avellana libere todo su perfume y su sabor dulce y profundo. Es el sabor que tienes en la memoria, pero elevado a la máxima potencia.

  
  


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  ❤️ PLACER INTELIGENTE, CORAZÓN CONTENTO:
  

  Mientras estás en el cielo, te contamos un secreto: está cargada de Vitamina E y grasas de las buenas, las que cuidan tu corazón. Para que disfrutes del placer con la conciencia tranquila.

  
  


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  🥄 CREMOSIDAD QUE INVITA AL VICIO:
  

  Una textura densa y untuosa que pide a gritos una cuchara. Perfecta para elevar tus postres, dar un toque brutal a tus desayunos o para atacar el tarro a medianoche. No juzgaremos a nadie.

  
  


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  🌏 PURA AVELLANA. SIN RODEOS:
  

  Es 100% avellana tostada. Sin azúcares, sin aceites, sin aditivos. Por lógica, es vegana, sin gluten y sin lactosa. Solo el mejor fruto seco, sin nada que lo disfrace.

  
  

⭐️ LA CREMA QUE SIEMPRE HAS BUSCADO ⭐️

Todos tenemos ese recuerdo. El sabor de una buena crema de avellanas que te alegra el día. Pero luego creces y te das cuenta de que la mayoría están llenas de azúcar, aceite de palma y de todo menos de avellanas.

Nos negamos a aceptar eso.

Por eso creamos esta crema. Es nuestra respuesta a esa decepción. Un regreso al origen. Viajamos hasta Turquía, donde crecen las avellanas con el sabor más intenso y legendario del planeta. Las seleccionamos, las tostamos con el mimo de un artesano y las molemos. Nada más.

El resultado es este tarro: el sabor puro, potente y honesto de la avellana de verdad. No es un sucedáneo, no es un postre infantil. Es un capricho también para adultos que aprecian lo auténtico. La crema que hubieras creado tú si te hubieras puesto a ello. Ya no tienes que hacerlo.