¿Cómo identificar un producto cruelty free?

Para identificar claramente un producto como cruelty free, debemos buscar en su envase los sellos identificativos que nos indican que estos no han sido testados en animales. Existen principalmente 3 logos que nos indican que un producto no ha sido probado en animales:

¿Existe alguna diferencia entre los 3 logos?

El único distintivo es que, cada sello pertenece a una organización diferente. En el primer caso, el sello es avalado por la asociación Leaping Bunny. El segundo logo es el que otorga PETA, mientras que el tercero es de la organización sin ánimo de lucro Choose Cruelty Free.

¿Todo producto cruelty free es vegano?

No tiene por qué, ya que un producto con sello cruelty free, puede contener cera de abeja, derivados de la leche, etc. En cambio, a la inversa sí que podemos decir que, cualquier producto vegano es libre de tortura animal.

Cosmética Natural Cruelty Free Planeta Huerto

¿Cómo se regula el testado de los cosméticos?

Todo lo referente a formulaciones, ensayos, fabricación y distribución, se regula a través del REGLAMENTO (CE) No 1223/2009 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 30 de noviembre de 2009 sobre los productos cosméticos.

Resumiendo, en Europa este reglamento prohíbe «la introducción en el mercado de productos cosméticos cuya formulación final haya sido objeto de ensayos en animales (…) y la introducción en el mercado de productos cosméticos que contengan ingredientes o combinaciones de ingredientes que hayan sido objeto de ensayos en animales». También prohíbe «la realización de ensayos en animales de productos cosméticos acabados y (…) la realización de ensayos en animales con ingredientes o combinaciones de ingredientes»

En 2013 terminó la fecha límite para que esta ley se aplicara en su totalidad y desde ese momento está totalmente prohibido testar en animales ni ingredientes ni productos acabados. También está prohibido comercializar productos cuya fórmula o cuyos ingredientes hayan sido fruto de la experimentación animal.


Es por ello, que desde 2013, todos los productos son “cruelty free” en realidad, tengan o no sello acreditativo en Europa. No obstante, algunos fabricantes deciden pagar para usar alguno de estos sellos a las empresas que los han inventado, principalmente porque consideran que mejora su imagen de marca.