El 3 de julio se celebra el Día Internacional Sin Bolsas de Plástico. Actualmente alrededor de 100 mil millones de bolsas de plástico son empleadas en Europa cada año, habiéndose incrementado su consumo alrededor de un 45% en la última década. Mientras, en España el consumo de bolsas de plástico asciende a una media de 238 bolsas de plástico, lo que viene a ser más de 97.000 toneladas, de las cuales apenas se llegan a reciclar un 10%. Bien es cierto que la sociedad cada día se encuentra más concienciada respecto a la importancia del proceso de reciclaje, pero no obstante, los datos siguen siendo contundentes al respecto y manifiestan la necesidad de más acciones al respecto.

El coste ambiental del consumo de bolsas de plástico resulta muy elevado teniendo en cuenta la vida media útil que le damos a cada bolsa (aproximadamente 15 minutos). Por otro lado se trata de un derivado del petróleo para la fabricación y distribución de las cuales se necesita agua y energía, sin dejar de tener en cuenta el tiempo que permanecen en nuestro medio ambiente (hablamos de siglos). El efecto causado sobre las especies marinas es otro de los motivos por los cuales se hace urgente la erradicación en el empleo de este tipo de material ya queoriginan la muerte de unos 100.000 mamíferos marinos al año.


¿Qué podemos hacer?

#1.- Lleva tu propia bolsa de tela

Para traer tu tupper al trabajo, hacer la compra en el súper, transportar lo que necesites…reduce el uso de bolsas de plástico en tu día a día simplemente sustituyéndolas por una bolsa de tela. En el mercado existen distintos tipos de bolsas: de bioplásticos, compostables (que se desechan con los residuos orgánicos), reutilizables o también podemos “viajar al pasado” y volver a utilizar bolsas de tela, de fibras vegetales o el carrito de la compra de toda la vida.

#2.- Di no a las pajitas

El primer paso siempre es reducir, es decir, si se puede evitar consumir… ¡Mejor no adquirirlo! Pero una vez que ese paso ya no es posible, el siguiente paso está en encontrar un sustitutivo que pueda ser reutilizado y/o reparado.

#3.- Evita los cubiertos, vasos y los tuppers de plástico

A día de hoy existen muchas alternativas a los cubiertos de plástico tradicionales.

Cubiertos de PLA: Son cubiertos que se biodegradan con facilidad, están hechos a partir de fermentar diferentes elementos naturales como la cascara de patata, el maíz… Por esta razón, se pueden echar al “compost”.

Cubiertos comestibles: En auge, los cubiertos comestibles pueden estar hechos de diferentes elementos que como su propio nombre indica, después de ser utilizados pueden ser digeridos. La alternativa perfecta para aquellos que presumen de tener un hambre atroz mediante la cual “Se comen hasta el plato”. Actualmente existen diferentes variables en el mercado ;)

Respecto al empleo de tuppers, puedes sustituirlos por los de cristal, por ejemplo. El cristal es mucho más fácil de limpiar, no retiene el olor o sabor de los alimentos con el uso, no se deforma con el paso del tiempo y es totalmente reciclable.

No se recomienda meter los tuppers de plástico en el microondas ya que algunos de los componentes pueden migrar hacia los alimentos. Por otro lado, los tuppers de plástico tienden a almacenar más los olores de los alimentos que contienen e incluso pueden llegar a alterar el sabor de los alimentos, incluso cuando los limpiamos a conciencia.

#4.- No al sobreempaquetado

El proceso de reciclado se ve profundamente dificultado cuando plásticos de poca densidad como los sobreempaquetados intentan reciclarse… ¿Son realmente necesarios?

Por esta razón, la mejor manera de evitar este tipo de envases innecesarios es comprando todos los productos posibles a granel. Cada vez hay más tiendas de este tipo disponibles en diferentes pueblos y ciudades.

#5.- ¿Champú, acondicionador y gel? ¡Sólidos, por favor!

Al igual que existe el jabón en pastillas… ¿Sabíais que existe también la opción de comprar todo tipo de champús, acondicionadores, geles… que se presentan en un formato sólido y sin sobre empaquetado? No es el tipo de producto que se encuentra en un supermercado, pero sí en herboristerías, mercados más tradicionales y, por supuesto…¡En Planeta Huerto! Suelen ser productos más naturales, sin parabenos ni químicos que a la larga puedan ser dañinos para la salud.

#6.- ¡Reciclar!

Una vez reducido, reutilizado y reparado el siguiente paso es… ¡Reciclar!

#7.- Limpia la playa, campo o río

Toda excusa es buena para limpiar un trocito de uno de los espacios más bonitos que te rodean, ríos, montañas y playas son una parte preciosa e indispensable de nuestros ecosistemas que por desgracia suelen estar bastante degradados normalmente por nuestro poco civismo. Por eso, hay campañas de recogida en muchas de las playas de la península e incluso cualquier día que visites alguno de estos lugares, puedes hacer esta labor por tu cuenta

Desde Planeta Huerto os animamos a empezar a consumir bolsas de tela para todas las actividades donde, anteriormente empleabais bolsas de plástico y a reducir este tipo de material en vuestra vida cotidiana.


*Fuentes: Cicloplast y Surfrider