Elegir el mejor abono para bonsái no es tarea fácil. Y es que todos queremos cuidar nuestros pequeños árboles lo mejor posible para que vivan durante mucho tiempo en nuestra familia... Ya lo describían en Japón en el siglo X con el siguiente pasaje literario: “Un árbol que se deja crecer salvaje en su estado natural es como algo crudo, un diamante en bruto. Es solo cuando permanece cerca de las personas que con mimo lo modifican dándole una forma y un estilo cuando adquiere la capacidad de conmovernos”.
¿Te apetece empezar en el arte del bonsái? En Planeta Huerto te damos las claves básicas para ello.
Los mejores nutrientes para tu bonsái
Para conocer cuál es el mejor abono para el bonsái, primero debemos empezar con la teoría. Los macronutrientes, micronutrientes y aminoácidos son un aspecto esencial para que nuestro árbol crezca sano, fuerte y bello. Cada grupo cumple con una función primordial para garantizar la salud de nuestras plantas, por lo que todos los abonos deben contenerlos. Y si queremos, podemos aplicarlos también aparte, ¡no hay problema!
Macronutrientes
Los bonsáis necesitan de Nitrógeno (N), Fósforo (P) y Potasio (K), elementos básicos conocidos como NPK. Y… ¿Qué aporta cada uno de estos elementos al bonsái?
El nitrógeno se encarga de potenciar el crecimiento de las hojas y el tallo; el fósforo, por su parte, ayuda al crecimiento saludable de las raíces, mientras que el potasio incentiva la floración y el desarrollo de los frutos.
Eso no es todo: las medidas de la escala NPK son distintas en función de la etapa vital en que se encuentra nuestra planta. Cuando está en fase de crecimiento y desarrollo, el abono deberá ser más alto en nitrógeno, y en el momento en que llega el otoño y se aproximan las bajas temperaturas, deberemos priorizar el uso de abonos con más cantidad de fósforo y potasio para que nuestro árbol se prepare para el invierno.
Micronutrientes
No son menos importantes que los anteriores, pero sí se utilizan en menor cantidad. Estos son el Calcio, Magnesio, Hierro, Zinc, Silicio, entre otros. La mayoría de abonos los incluyen todos, o casi todos, ya que son esenciales para mantener en buena forma a nuestros bonsáis.
La falta de calcio puede derivar en el debilitamiento de las raíces, tallos u hojas; la carencia de cobre hace que las hojas crezcan deformes… No queremos que le pase esto a nuestro querido árbol, ¿verdad?
Aminoácidos
Estos componentes son básicos para el desarrollo del bonsái, pues facilitan la asimilación de nutrientes, potencian su resistencia al frío, e, incluso, ayudan al bonsái a prevenir y recuperarse frente a situaciones de estrés, que pueden darse por diversos motivos, entre ellos heladas, trasplantes y enfermedades.
El mejor abono para bonsái
Una vez conociendo toda la teoría, nos surge la gran cuestión: ¿qué abono es el mejor para mi árbol? A continuación veremos que existen dos tipos: el abono líquido y el sólido.
Abono líquido
Este tipo de abono es ideal para un efecto más rápido, pues siendo una mezcla homogénea, distribuye mejor los nutrientes, facilitando así su absorción. Sin embargo, se debe tener en cuenta que es más fácil que fertilicemos en exceso la tierra de nuestros bonsáis, provocando una obstrucción de las raíces e impidiendo el flujo de nutrientes. Hay dos clases de abono líquido:
- Abono líquido orgánico: Este abono contribuye al avance de la flora microbiana, que reestructura el equilibrio del suelo, además de permitir la fijación de carbono en la tierra. Por otro lado, no daña la vida del suelo ni acaba con los microorganismos de las plantas. En nuestro catálogo tenemos Nutribonsái eco 250 ml, un fertilizante ideal para bonsáis que favorece su desarrollo.
- Abono líquido químico: Se extrae a partir de procesos químicos. Es el abono más fácil de manejar, ya que al tener una composición definida, podemos saber con exactitud qué nutrientes y en qué cantidades queremos que nuestros bonsáis absorban, muy útil cuando, según la etapa en que se encuentre el árbol, queremos potenciar más un aspecto que otro. Un punto en contra de este tipo de abono es que su uso en exceso, además de la obturación de las raíces como hemos comentado anteriormente, puede degradar los suelos por incrementar sus niveles de acidez.
Abono sólido
Constituido por desechos de origen animal, vegetal y mineral, se obtiene a través de la descomposición de materiales como estiércol y restos de alimentos, y se debe dar en presencia de oxígeno.
Es un tipo de abono natural que mejora y enriquece las propiedades del suelo en que se aplica, y al estar compuesto en una forma sólida, no debemos preocuparnos por la fertilización en exceso. No obstante,su aporte de macronutrientes, micronutrientes y aminoácidos es variable, pues no es producido sintéticamente, por lo que se ha de utilizar en mayores cantidades para cubrir las necesidades de nuestros bonsáis.
Un clásico en lo que respecta a abonos sólidos es el prefermentado Biogold, y es que resulta ser muy beneficioso para los bonsáis al contener varios tipos de bacterias naturales que liberan constantemente nutrientes.
Y tú, ¿qué tipo de abono prefieres para el bonsái? ¿Eres más de abono líquido o sólido?